jueves, 4 de julio de 2013

Cafés con fe

Matutinos, inesperados, nublados, solitarios.
Vespertinos, planeados, soleados, acompañados.
Cafés que van acompañados de esperanzas que invitan a seguir, a vivir.
Respirando su aroma, sintiendo su amargura o dulzura, sintiéndolo recorrer nuestro interior.

Allí está, junto a nosotros.
Calmado, aguantando. 
Fuerte, sincero.

Espera por nosotros, espera.
Se aleja, desaparece.
Su existencia ínfima nos revela la vida.
Pero ya habrá otro tiempo, mientras la fe no la perdamos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario