domingo, 28 de abril de 2013

Silencio

¿Qué tiene el silencio que lo alejamos del ser?
Cuándo todo falle, ahí estará para nosotros.
Es con quien venimos y con quien nos vamos. El silencio es inmortal, traspasa dimensiones y se conecta con todo, con todos.
Junto a él las pulsaciones aceleran, disminuyen. Junto a él las pulsaciones se apoderan de nuestro cuerpo y alma, los convierte en un sólo ente liviano y pesado a la vez.
El silencio nos acerca a aquello que huimos, a nuestros miedos, alegrías, tristezas, sorpresas: a nuestra vida. ¿En qué momento el silencio se convirtió en una enfermedad? ¿En qué momento nos dijeron que nos convertía en locos? Seamos todos locos, si es que así en realidad nuestro ser lo pide.

En el silencio se vive tanto o más que en la bulla. En el silencio se escucha de verdad.
En estos días extraño el silencio e envidio a quien lo posee. En estos días quisiera que un silencio atravesara mi corazón y me llevara a donde realmente pertenezco. Quisiera pedirle disculpas a mi silencio, por no hacerlo hablar, por callarlo en cada decisión, por no defenderlo, por no tomar su mano.

El silencio pide desconectarnos para realmente conectarnos. El silencio nos llama con cada mirada solitaria, con cada vacío, con cada pensamiento en madrugada, con cada brisa helada. Espera por nosotros, por todos. Espera porque nos llevará a ese lugar en común, a ese silencio universal que subyace olvidado en la humanidad. Nos llevará a vivir, a sentir, a realmente hablar y escuchar, a comunicar, a dejar huella. A traspasar.

Querido compañero; no te alejes de mi, no dejes que me hunda, no dejes que me pierda. Quiero amarte siempre, quiero amar y amarme. Necesito correr y escaparme de vez en cuando, necesito ponerte al día  (y quizás me retes por muchas cosas), necesito sentir que sigues aquí y que yo también sigo aquí.
Allá voy, no vayas tan rápido porque a veces me tropiezo y otras me distraigo un rato (también debo equilibrarte), no vayas tan rápido porque me da miedo perderte de vista, no vayas tan rápido porque quiero que me acompañes el resto de la vida.


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