domingo, 12 de mayo de 2013

Aquella dimensión desconocida

Cada mes, en sueños se veían.
En sueños imaginaban y reían. Vivían lo que al alba desaparecía.
Valía la pena esperar esos sueños. Tan reales, tan latentes, tan emocionales.
Siempre era igual: se encontraban, se pedían perdón con la mirada, y al juntar sus manos sabían que todo empezaría de nuevo, sin rencor, despacio y a lo que deparara la vida.
Sin embargo, algo sucedía. Se separaban nuevamente, tristes, como huyendo de algo que no podían controlar. Se separaban después de las sonrisas para tiempo después, repetir la misma historia en otro lugar, en otro sueño, en otro tiempo.
Despertar era extraño, era una mezcla de alegría y desvelo, de realidad y ficción. Alegría y realidad. Desvelo y ficción.

No sé con qué me quedaría pero, fue bonito.

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