sábado, 3 de septiembre de 2011

Construir

No le echemos la culpa a Dios.
Durante el día y con la dramática historia sólo he pensando en una cosa: Karma, nuestro Karma como sociedad. ¿Por qué ellos? ¿Por qué personas que sacaban sonrisas y construían hogares? ¿Por qué un final así? eran algunas de las preguntas que se respiraban hasta que busqué una quinta pata al gato y me pregunté ¿Tanto mal hemos hecho que no merecemos la energía de estos seres?. Ahí va Martin Luther King, ahí va Gandhi, ahí va Lady Di, ahí va Víctor Jara, ahí van esos millones +21 héroes anónimos. Ahí vamos, en declive por nuestro egoísmo que se ha traspasado de generación en generación, ahí está nuestro castigo, luego de desastres y desesperación nos encontramos sin actores y promotores de la paz y solidaridad.
Sigo pensando que somos una brisa que va moldeando al paso, que se puede esfumar y ascender porque así se escribió.
Halcón
Pero no puedo dejar esto así, no está en mi sólo ver el lado negativo. Quizás, esa era la manera de terminar con su misión, quizás es la única manera de que recordemos y tomemos conciencia. El sueño se cumplió, no había nada más que hacer, tal vez en otra vida seguirán, tal vez. De esta forma, estos seres quedan impregnados en nosotros y en nuestros futuros nietos, de esta forma los soñadores del presente se alimentan y luchan, de esta forma se mueven montañas y se unen voces, de esta forma nos damos cuenta de que la muerte sólo es un transito de memorias y personas a nuestros corazones. Nietzsche decía que el sufrimiento era necesario, que era la única forma de superación y por masoquista que parezca, estos sucesos nos demuestran que tenía razón.
Da para pensar, y espero que siga siendo así (aunque seguramente en el futuro lo llamarán "historia").

No hay comentarios:

Publicar un comentario