jueves, 8 de septiembre de 2011

Telón

Después de pasar por diferentes estados, después de querer destruir todo y a todos (incluida) me doy cuenta de lo que soy, o de como "estoy".
Me atribuyen verbos de fuerza y una filosofía bastante patética, pero en realidad soy un pájaro dolido e inseguro. Con miedo a la soledad por mas veces que me aparte del ruido. Vivo en la paranoia de ser incomprendida y poco tolerada, cuando aun así se que tan cierto no es.
He perdido mi autoestima con el tiempo y con ello mi actitud, mis ganas, y compromiso. Me aislo sólo para llamar la atención y cuando la recibo me incomodo. Anhelo un supuesto abrazo de no se quien, sin agradecer los que he recibido. Quiero que todos comprendan mi forma de ser, pero no les abro mi corazón o a penas lo hago con suma discreción. Intento definirme tolerante, pero no soporto ser ignorada y callada. No espero nada a cambio, pero espero mucho de lo espontáneo. Quisiera sublevarme y gritarles, pero soy una cobarde. Quisiera destapar esta máscara de la que yo creía ser, pero sigo masoquista, sigo sumergiendome en las sombras y mis extraños temores que no reconozco, sigo cayendo en bipolaridades que me vuelven loca. Rebalsando este vaso que la gente cree exagerado de emociones, pero que si tan sólo supieran o vivieran...
Sin embargo se que soy una "buena persona" según lo definido actualmente por la sociedad, se que puedo más y quisiera saber que, esto es sólo un trance común que se manifestó en mi juventud.
Disculpenme ustedes si me aferro a un montón de letras virtuales que se meten por mis venas hasta controlarme y volverme esclava de los monitores.
Disculpeme usted si a veces me quiero ir.

No me mal interpreten, no estoy quejándome. Soy jardinero de mis dilemas.

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