jueves, 21 de febrero de 2013

Fronteras del corazón

Fronteras del corazón, líneas que limitan.
Líneas curvas, envolventes, escurridizas.
¡Díganme a donde irán a parar! O mejor no lo hagan.
Díganme cual es el lugar, o mejor olvidenlo.

En cada noche, en cada cielo se refugian.
Cielos estrellados, callados, lejanos.
En cada aroma susurran los recuerdos y sueños.
Cielos nostálgicos, esperanzados, cercanos.

Dudosa, ansiosa; me vuelven loca.
Me asustan las despedidas, también las bienvenidas.
Díganme ya, tracen sus líneas ya.
Despiértenme ya.

Supongo que esta será una noche más.
Una brisa más,
unas ganas más,
una melancolía más.

Corazón vacío, corazón lleno.
Lo mismo es, dudoso a la vez.
¿Qué faltará? ¡Ay, estas ganas!
¡Ay!

Ganas de volar y quedarse.
Ganas de descubrir, perder y conservar.
Aquello que nunca fue no para de gritar.
Y es lo mismo que quiere intentar, y una revancha encontrar.

¿Será el miedo al tiempo?
No soporto olvidar todo al amanecer.
Quedarse atrás aterra con su voz.
¿Entonces?

Interrogantes para las fronteras del corazón.
No me lleven cada noche, no me olviden al alba.
Decídanse, decidan por mi e invítenme a decidir.
¿Dónde firmo esta tregua? Ah, allí.