domingo, 17 de febrero de 2019

se apaga una estrella, enciendes otra

Siento que es necesario escribir, escribirte.
Siento que mereces, pero yo remezo.

Más de mil fotos y unas cuantas que veo en tus ojos.
“¿Cómo no te voy a querer?” me dijiste un día.
Debo aprender a amarme, como bien tu lo haces.
Dejar de marcar las uñas en mi espalda, sonreírte un poco borracha.

He caído tanto, y siempre han estado tus brazos.
En el momento de calma mi gratitud no calla.
Retroceder el tiempo no curará la herida.
Yo solo quiero encontrar la salida.

Donde bailamos a pies descalzos,
Y que dormido me digas que la pesadilla ya se pasará,
Enjabonarnos las espaldas y besar nuestras manos.
No te preocupes, la harina puedo amasar por tí.

Escucharte muy lejos cantar una nota alta,
Con una caricia, quitar nuestras mañas.
Tropezar nuestros cuerpos sin querer (cabezazo otra vez)
Unir nuestros cuerpos con querer (soltar y ser)

Siempre hay motivos, y en eso sí que tienes razón.
Nos merecemos toda la felicidad.
Podemos construír esa felicidad.
Amor mío, solo lágrimas de emoción.

Perderme en la galaxia de tus lunares,
Nunca más oscuridad.
Navegar en el color de tus ojos,
Nunca más temor.
Trepar por la abundancia de tu pelo,
Nunca más soledad.

Sobre cicatrices dibujar nuevos caminos,
Yo te agradezco, mientras, busco perdonarme.
Reparar los cimientos será mi desafío.
Enamorarnos cada día.