martes, 27 de noviembre de 2018

Búsqueda

Frente a frente, de nuevo las letras.
La sensación es extraña: ganas y desganas
Supongo que así se siente salir de la zona de confort
Supongo que así se siente la búsqueda.

Y a veces hay que tomar desafìos
Puede que esté cansada, lo sé.
Pero es necesario.
Desafío por mi, al fin!!

El corazón de vuelta a vibrar.
Las letras de nuevo a danzar.
El aprendizaje camino a transformar.

domingo, 26 de agosto de 2018

Me decido

Ya llegó la hora.
De a poco arriesgarse,
salir de lo que tanto cuesta.

Nadie dijo que sería fácil,
después de todo, los patrones se construyen.
Y se desconstruyen.

Sé que está ahí,
sé que estoy ahí.
Mi lugar, ser quien se es.

De la crisis el cambio,
la adaptación vendrá también.

Tal vez sea precipitado,
tal vez sea arriesgado.

Pero es ahí donde quiero y voy a estar.
Basta de la contención, basta del temor.

El cariño seguirá, pero es mi camino.
Y lo voy a trazar.

sábado, 30 de junio de 2018

Ya pasará

Aquí me encuentro de nuevo,
abrazo las letras, las palabras que fluyen.
Encuentro mi lugar.

Qué no juzga, que suelta, que permite.
Dónde la lágrima se presenta sin  miedo.
Dónde no hay esquemas, ni rimas.

Muy pequeña tomé el lápiz.
Crecí en silencio con tu compañía.
Y aquí estoy de nuevo, en esta habitación vacía.

Este último tiempo te pensaba lejos, no conectaba.
Y al final, siempre estás.
Eres la contención destinada.

Lo admito, quisiera que compartieras tú lugar.
Quisiera permitir que me abracen.
Quisiera abrazarme yo misma.

Anhelo no estar cansada,
ser la optimista que me caracterizaba.
Y aquí estoy, con dolor.

No sé donde sale -me frustro-
Al parecer no está permitido.
Hay muchos incomprendidos.

No puedo con esta ciudad.
Perdón si sueno fatal.
Es el alma quien grita.

Entrañas que no tienen respuestas,
que alguna vez han imaginado,
que desaparecer no es tan alocado.

Quisiera explicarlo,
pero se me va de las manos.
En fin, no se lo deseo a nadie.

Y aquí quedarán las letras.
El aviso rezagado.
Al menos vaciaron.

lunes, 1 de enero de 2018

2017

¡Qué tambaleón!

De principio a fin frente a procesos y ciclos que comenzaban a cerrarse.

No me alargaré mucho, y es que tal vez aún no me cae la teja de este año.
De rebote contra la capital y sus realidades, sus no tan buenos momentos.
De frentón con la sombra, la ira, el desconcierto.
Ansiedad dominante trajo desgaste constante.

Hablé, expresé. Lo trazado para el año.
La palabra fue mostrando más, alejando la represión.
Trayendo consigo emociones que no sabía donde encasillar.
Soy malo, y eso es bueno - diría Ralph el demoledor -.

El amor sostuvo, el amor permitió.
Hacia mí, hacía los otros.
El  recibido y el entregado.
Ojos verdes de genuino brillar.
Danzaron con los míos para aprender.

Y vivo.
Vivo como el malabarista encima de su monociclo.

Estaré más cerca de eso que llaman realidad.
Estaré construyendo mi realidad.
Y no tener certezas a veces es bueno.

Mi desafío: la espontaneidad.
El goce, el disfrute.
Reír y dormir más.

2018.