Y para cuando no estés, ahí estaré yo.
Cuando nos entregamos a un otro, solemos olvidar que también lo hacemos hacia nosotros. Depositamos todo en aquél, pedimos todo a cambio, nos volvemos vulnerables y delicados. Olvidamos que de nada sirve amar sin amarse, olvidamos que también estamos, que el otro no podrá entregarte todo, que siguen las demandas internas, que seguimos estando con o sin un otro.
Quiero decir, que te querré aún cuando todo no puedas llenar.
Quiero decir, que me querré aún cuando rebalse de amor.
Y lo haré, porque creo en el juego de las sincronías y equilibrios,
porque me aventuré en la cruzada junto a ti, porque el devenir y el ser juntos quieren bailar.
Lo haré porque es lo que quiero decir, y lo quiero decir porque lo haré.
Porque quiero enamorarme de nuestra perfecta imperfecta humanidad.