martes, 29 de diciembre de 2015

2015

Solté mis expectativas para el 2015, y hoy me doy cuenta de tanto que sucedió.
Y no sé por donde comenzar el recuento de este año.

Debí suponer que la manera en que empezó iba a dar pauta a lo que se venía: un año fuerte, sensible, enérgico. Un gran año tengo que decir.

La cabra volvió a movilizar aquella energía que se encontraba con rencor, perdonar y aceptar fue necesario para avanzar, sanar un corazón y permitirme disfrutar del cariño; y si bien nada se concretó, el hecho de dejarme de a poco disfrutar, dio cuenta del cariño más bonito que pude haber tenido, el propio, sin juicios ni ataduras, permitiéndome fluir de a poquito (y vaya que tampoco fue tan fácil).

Agradezco aquellas amistades que de como casi toda una vida, aparecieron. Amistades que me volvieron a las raíces, aceptando que también en otro lugar me he enraizado, y sí, eso tomó 10 años ¿cómo no te voy a querer 2015?. Que lindo reconciliarme y dejar ese peso. Otras amistades, sin siquiera imaginarlo se formaron, amistades que me abrazaron y vieron llorar, y con las que hoy almaceno un montón de risas, de esas que quedan en el corazón.

En cuanto a la entrega, ha sido mucha y variada. Llena de tonalidades y cansancio entre medio. "La pausa también es movimiento" debí decirme más de una vez y sé que debo recordarlo para el 2016. Feliz estoy de haber podido llevar a cabo aquellos desafíos que me propuse, porque di los pasos aún cuando me temblaban las rodillas, porque dentro de mi pequeñez de a ratos siento que crezco.

Y lo más lindo que tiñó estos meses fue sin duda todo aquello que conocí y aprendí, de mi. Increíble mundo que hay adentro, que empecé a escarbar y que aún me da cierto temor adentrar, tanto que demandó reconocimiento y aceptación. Pude entender la paradoja del cambio, aquella que necesita de la aceptación para la transformación, pude entender y querer ciertos vacíos, pude doblar mi capa, pude abrazarme y alentarme, pude. Y siento que tan sólo fue un pequeño paso, pero que sin duda a pesar de lo potente que pudo ser (y es), agradecerlo sería poco. 

Y aún quedan muchas dudas, aún hay tanto por adentrar y escribir.

Al mono inquieto quiero decirle, que para su año me he propuesto la autonomía y empoderamiento, palabras fuertes que no necesitan más que de cariño para surgir. Llegó el momento de dar pasos con mayor seguridad, de confiar en mi misma, de movilizarme, de atreverme, de alzar la voz, de querer-me.

Gracias 2015, gracias a los momentos y personas que tal vez sin darse cuenta mucho hicieron para que escribiera los párrafos anteriores, ojalá me leyeran, ojalá sepan que son bacanes, ojalá me hubiese atrevido a decírselos. Gracias canciones, sonríe, forja, familia, teorías, profesores, amigas, jesu, cami, cata, elisa, opi, pablo, oriana, y a todos en realidad.

2016, me atreveré.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

De cuando en vez

Parece que nos topamos con caminos conocidos,
que comparten huellas y senderos con otros ya "recorridos".
Tal vez sea el mismo, cambiado por el agua y el viento.
Tal vez sea el mismo, cambiados nosotros pero siendo los mismos.

Ya no sé si creer en las casualidades,
y cada vez más me asusta pensar en ellas como desafíos.
Puestos una y otra vez por la vida, o lo que sea.
Y aquella incertidumbre se asoma.

Y ya cuando las palabras dejan de rimar, me pregunto.

¿Y si cambio la manera de leer el guión?

Le diría adiós al más de lo mismo.

¿Le diría adiós al más de lo mismo?

Si cambio la manera de actuar el guión.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Ciclo, el de hoy

Si antes me rehusaba a cerrar, hoy no concibo seguir sin finalizar los ciclos.
Hoy mis temores se atan a que todo siga sin haber hecho una pausa para la despedida.
O al menos eso es lo que digo.
E intento.

Pero ahora que lo pienso, es curioso.
Curioso que para finalizar ciclos no basta con un día o momento.
Es como si después de un tiempo vuelves a cerrar aquél círculo que ya creías que estaba cerrado.
¿Será el mismo ciclo que se cierra? ¿O a caso hay mucho que se agrega formando una elipse?.

Tal vez no necesariamente tiene que ser lo uno o lo otro.

Pero sé que seguimos girando en espiral, un espiral formado por ciclos.

martes, 27 de octubre de 2015

Gracias palabras.
Gracias letras, por crear mundos.

Gracias porque permiten fluir, a su ritmo y emoción.
Gracias por permitirme escribirlas y pronunciarlas,
por dejar ver cuando las confundo y las cambio,
por enmudecer de vez en cuando y expresar lo que callo.

Gracias por lo único.
Símbolos, idiomas, acentos, paradojas, ironías.
Gracias por lo común, lo que une.

Hoy no sólo les doy las gracias, sino que les confieso mi amor.
Amo escribirlas e hilarlas.
Amo entonarlas y emocionarlas.
Amo callarlas y demostrarlas.
Amo leerlas y escucharlas.
Amo saber que nunca las terminaré de comprender,
que infinitas son, que infinitamente crean,
y que cuando ya no estemos, ustedes lo harán.

Disculpen si fui cursi, pero más aún,
disculpen no poder homenajearlas lo suficiente. 
Nuevamente, ¡Gracias!

lunes, 19 de octubre de 2015

el reto más grande

Me toca guardar la capa de superhéroe.
Capa que llevo planchando hace mucho, porque es mucho lo que veo y sueño.
Pero es poco lo que puedo, más bien, debo.
Y es allí cuando la propia capa empieza a tirar, empieza a molestar, empieza a dañar.
Es allí cuando quiere salir volando, como queriendo escapar de mi espalda, como queriendo dejarme a un lado.

Se abre un mundo de posibilidades, pero asusta el hecho de no sentir más el peso.
No es que no quiera, es que es raro. Es casi un proceso de duelo.
Pero de la crisis es el cambio, pronuncio, y cuesta.
No es resignación, es aceptación (vuelvo a pronunciar), y cuesta.

Y me siento pequeña sin ella.
Y quiero sentir que no la necesito para sentirme grande.
Y me siento frágil, y eso no tiene porqué ser malo.
Y necesito un abrazo, no una capa.

Un aprendizaje viene como es de costumbre en cada desafío.
Esta vez tengo que aprender nuevas pautas, nuevas formas.
Debo experimentar, de a poco, porque es mucho lo que veo y sueño.
Debo equilibrar, porque por más que guarde la capa, no desaparecerá.

Si estas letras pudiesen sentir, sabrían lo que cuesta.
Pero ahí está, la capa animándome y pidiéndome que esta vez lo haga por mi.


viernes, 9 de octubre de 2015

De vez en cuando

Algunas madrugadas pienso que existen dudas que no queremos ver.
Que nos aferramos, quien sabe a qué.
Que nos engañamos, quien sabe por qué.
En realidad sí sabemos.
Nos aferramos al control y nos engañamos por el temor.

Y es que a la vez, no sabemos que hay después.
Tal vez nos aclaremos, tal vez no.
Pero ahí están, las ganas de conseguirlo, de no dejar el brazo torcer aunque en realidad ya lo estemos haciendo.

Ahí estamos, caminando por las dudas.
Por las aventuras.
Por los desafíos.
Por los aprendizajes.
Por el miedo y el coraje.

Pienso que, lo importante al final, es que estamos.

jueves, 30 de julio de 2015

un pequeño instante

Teclas, y de a poco la idea se moldea.
Espacio y borro, y la idea no está lista.
Algo quiere salir, algo se sortea dentro de tanto.

Un rostro viene a la mente, más bien una oportunidad.
Más bien curiosidad.

Han sido semanas de dejarse llevar y confiar.
De atreverse y potenciar.
No es la excepción.

¡Que lindo es encontrarse!


domingo, 7 de junio de 2015

¿Y qué más queda?
Agradecer.

Agradecida estoy, de cada sonrisa, de cada linda declaración. Agradezco el cariño, todo.
Incluso aquél del que huyo, de aquél al que juzgo, de aquél que aún no descubro.
Agradezco su tiempo y no tiempo. Agradezco el cruce de caminos: 20 años, 10 años, 5 años, 1 año, meses, semanas, días, horas, minutos y segundos. 

Agradezco las experiencias, los momentos. Y por más difícil que sea, agradezco aquellos no tan gratos, que me llevan a valorar los muy gratos, que me llevan a detenerme y mirar, que me llevan a desafiarme y aprender. 

Agradezco sentir. 

viernes, 17 de abril de 2015

Entrega


Desde el corazón.

Intento, camino, procedo.
En la sonrisa, en la mirada, entrego.
En el silencio, en el abrazo, entregas.

Recibimos como parte de la entrega.
Caminas y entregas, el sol calienta y la noche muestra.
No sé que sucede adentro,
si me permites, lo comparto con gusto.

Tropiezo, y entrego.

sábado, 28 de marzo de 2015

Aquí

Soltar todo lo que aprieta, soltar todo lo que obstruye.
Y fluir.
Soltar se vuelve un acto de libertad, por mi, por ti, por todos.
Te invita a bailar, a simplemente ser. 
Ser-humano.

Cuando se suelta, se puede conservar.
Sí, aquello que realmente es un regalo se puede apreciar.
¡Y es que conservar no es acaparar!
¡Y es que soltar no es desechar!
Es guardar en el corazón el momento, es amarlo y agradecerlo.
Para luego, dejar que continúe su viaje, volver a abrir el corazón y seguir.