No he hecho más que viajar, descubrir y hasta naufragar.
Y es hora de recordar que las cadenas se tienen que quebrar,
cadenas del alma que te atan a momentos, personas, miedos, lugares y cuánto más.
Debo mi vida a esta vida,
a mi propio mapa, trazado.
Fuerza y delicadeza, aún sigo aquí.
Estoy para ti, pero no como quieres que esté.
Y no me ataré, no me irritaré.
Sin cadenas, sonriendo o llorando, seguiré.
Gracias pero no.
"No" igual de valioso que un "Sí".
Variando rumbos con esas sílabas me encontrarán.
¿Dónde?
Allá sabré.
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