Hoy hago una pausa.
Hoy respiro y suelto.
Dejo que el sol me vuelva a inundar.
Dejo a mis temores conversar,
sin juicios, sin peros, con aceptación y cariño.
Permito lágrimas de tranquilidad y liviandad.
Me dejo abrazar por todos los que me ven,
los que me muestran aun cuando no me permito ver.
Y aquí estoy, me veo.
Me acepto y me quiero.
Me felicito por tanto y me animo a seguir.
Me dejo caer cuando sea necesario y me ayudo a crecer.
Me respeto y admiro.
Me vivo para vivir.
Me entrego al amor y a la esperanza del hoy.
Recobro la energía para terminar lo empezado y animarme a lo inesperado.
Respeto la pausa, la nada y el silencio.
No juzgo los miedos, pero los suelto y agradezco,
y es que en alguna parte de ellos aprendí, buen viaje.
Dejo la pausa y vuelo al otro movimiento.